Día Mundial contra el SIDA
🌎🩸😔 Hoy en el Día Mundial contra el SIDA informamos que la infección por VIH continúa en aumento, por lo cual es fundamental aumentar la prevención y el diagnóstico temprano para ayudar a evitar las complicaciones de esta enfermedad.
Enfermedad de VIH
La infección por el VIH es considerada una problemática en salud pública debido a la magnitud de la infección como pandemia y por sus repercusiones en la salud, ya que afecta negativamente aspectos biológicos (presencia de enfermedades oportunistas), sociales (estigmatización, discriminación, abandono por parte de seres queridos, exclusión y censura como miembros de la sociedad), psicológicos (depresión, temor y culpa) y económicos por altos costos de los servicios de salud y para la familia, pérdida laboral, abandono de la actividad económica y disminución de la población en edad productiva. Lo anterior está directamente relacionado con la calidad de vida y el bienestar del paciente con VIH.
¿Qué es el VIH?
El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), es un microorganismo que irrumpe en el sistema inmunológico del cuerpo humano y debilita su capacidad para afrontar las enfermedades, dejando a la persona muy vulnerable para contraer una alta gama de infecciones o para desarrollar diversos tipos de cáncer.
¿Qué ocurre en el cuerpo humano ante la infección por VIH?
La destrucción de las células CD4, encargadas de desencadenar la respuesta inmune, combinada con la alta velocidad de replicación del VIH paulatinamente debilitan el sistema inmunitario del cuerpo humano que, sin tratamiento adecuado, queda expuesto a la irrupción de otros agentes infecciosos y vulnerable ante células patógenas y cancerosas. Cuando este proceso de debilitamiento progresivo anula la respuesta inmune, aparece el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida).
¿Qué es el Sida?
Es el conjunto de enfermedades ocurridas en el cuerpo humano como efecto del debilitamiento del sistema inmunitario, a causa de la infección por VIH. El conjunto de signos y síntomas configura lo que se conoce como el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida). Cabe señalar que el Sida es una fase posterior a la infección por VIH, pero no todos los casos de infección desencadenan en Sida; por otra parte, una persona que ha llegado a fase Sida puede tornarse asintomática si tiene la atención médica adecuada y oportuna, acceso a los medicamentos y lleva hábitos de vida saludables en cuanto al consumo de alimentos y bebidas, actividad física y soporte emocional de sus redes sociales y familiares.
¿Cómo se transmite el VIH?
Para iniciar, es importante señalar que el VIH no puede penetrar la piel sana sino que ingresa al torrente sanguíneo del organismo únicamente por “puertas de entrada” como heridas abiertas y mucosas. El VIH no puede replicarse solo, requiere alojarse en una célula viva para sobrevivir y replicarse. El virus se transmite a través de fluidos corporales como: secreciones sexuales (semen, líquido pre-eyaculatorio y fluidos vaginales); sangre y leche materna, entre otros. Las vías de transmisión del VIH son:
- Vía sexual: Es la vía que aporta la mayoría de las infecciones. Sucede cuando se tienen relaciones sexuales penetrativas (anales, vaginales u orales) con una persona infectada con el VIH, sin usar protección consistente y adecuada con el condón.
- Vía sanguínea o parenteral: Sucede por exposición a sangre o sus derivados, o a tejidos trasplantados provenientes de una persona infectada por VIH. Las punciones o heridas
- Transmisión materno-infantil o perinatal: Es la transmisión del virus de una madre que vive con VIH/Sida a su hijo/a. Puede ocurrir durante la gestación, el nacimiento y la lactancia.
Situaciones que facilitan la transmisión del VIH:
Existen situaciones que incrementan la susceptibilidad de las personas a la infección en caso de exposición al VIH. A continuación, se señalan las más relevantes:
La presencia de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), especialmente las de tipo ulcerativo (herpes genital, chancros, sífilis, entre otras), facilitan el ingreso del virus al organismo.
- Enfermedades tales como la hepatitis B y C o la tuberculosis (TB), hacen más vulnerable a la persona ante la infección por VIH, pues estas por sí mismas, también debilitan al sistema inmunológico.
- El consumo de alcohol y otras drogas psicoactivas disminuyen la capacidad de decisión de la persona para utilizar el condón correctamente durante todas las relaciones sexuales que se realizan bajo su efecto.
- Usar jeringas, agujas y elementos corto-punzantes no estériles aumenta la probabilidad de exposición por VIH, hepatitis B y C, entre otras.
- Las enfermedades que afectan el sistema inmune como el lupus, la escleroderma, el cáncer y algunos factores hereditarios hacen que el sistema inmune se muestre débil ante agresiones o agentes externos.
- Tratamientos que debilitan el sistema inmunológico como el uso de corticoesteroides, quimioterapia o radioterapia, normalmente también debilitan el sistema inmunológico e exponen a la persona un mayor grado.
¿Cómo evitar la exposición al virus del VIH?
La principal forma de evitar la exposición al VIH es evitar el contacto de mucosas y/o heridas abiertas con fluidos que pueden estar potencialmente infectados con VIH. Ello implica:
- Buscar información en fuentes técnicamente confiables acerca del VIH/Sida. El acceso a la información en salud sexual no es un privilegio, es un derecho para todas las personas.
- Conocer su estado frente al VIH mediante la Asesoría y la Prueba Voluntaria para VIH (APV).
- Si se está embarazada o desea estarlo, la APV le permitirá tomar decisiones encaminadas a su propio cuidado y evitar la transmisión del VIH al embrión.
- Tratar médicamente las infecciones de transmisión sexual en caso de presentarse. Las lesiones ocasionadas por estas infecciones pueden convertirse en puerta de entrada del VIH al cuerpo humano.
- Evitar el contacto directo de la piel con sangre de otras personas. Se sugiere conocer y apropiarse de la información contenida en las medidas universales de bioseguridad para evitar la exposición a sangre y otros fluidos potencialmente infecciosos. En lo concerniente al lavado de manos, uso de mascarillas, uso de delantales protectores y manejo cuidadoso de elementos corto punzantes.
- Evitar el uso de jeringas no esterilizadas u otros elementos corto punzantes que pudieran estar expuestos a la sangre de otra persona.
- Usar de forma correcta y consistente el condón en todas las relaciones sexuales y del comienzo al fin de las prácticas penetrativas sean estas vaginales, anales u orales.
- Evitar el consumo de sustancias (alcohol u otros psicoactivos) que puedan alterar la propia conciencia y limitar la capacidad para observar y tomar medidas de protección frente al VIH.
¿Cómo NO se transmite el VIH?
El VIH no se transmite por:
- Abrazar, saludar, besar, acariciar.
- Sudor, lágrimas o saliva.
- Tos o estornudos.
- Utilizar utensilios, sábanas o cobijas utilizadas por una persona que vive con VIH o Sida
- Comer en el mismo plato o usar el mismo inodoro que ha usado una persona que vive con VIH.
- Picaduras de insectos.
Diagnóstico de la infección por VIH
La única manera de conocer el estado personal frente al VIH es la realización de las pruebas de laboratorio que identifican la presencia del VIH en el cuerpo. Éstas se hacen en el marco de un proceso de asesoría previo y posterior a dicho procedimiento. El diagnóstico de la infección por VIH se puede hacer a través de dos métodos: a) métodos directos y b) métodos indirectos. Los primeros solamente son utilizados en situaciones especiales; los indirectos son los más utilizados y detectan los anticuerpos que la persona desarrolló frente al VIH.